Una de las cosas que se debe hacer cuando se visita Sevilla es una visita al Real Alcázar. Una visita a este palacio real es como hacer un viaje a través del tiempo en un edificio y es una manera increíble de aprender más sobre la variada e interesante historia de esta fantástica ciudad.
El Real Alcázar de Sevilla es fácil de encontrar en Sevilla y se sitúa cerca del famoso Barrio Judío de la ciudad. Resulta encantador caminar hasta este sitio, ya que las calles están llenas de pintorescos edificios y una arquitectura asombrosa a cada paso, lo que te pierdes si vas en coche por las carreteras principales.
No hay muchos lugares en Sevilla, o probablemente en el mundo, que hayan logrado resistir la prueba del tiempo tan exitosamente como el Real Alcázar, razón por la cual la fortaleza fue reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987.
El Real Alcázar de Sevilla no solo es una de las principales atracciones turísticas de la ciudad, sino que también ha demostrado ser muy popular entre los productores de cine y televisión, que buscan el escenario perfecto para los dramas históricos. En el pasado, el Real Alcázar de Sevilla ha sido un telón de fondo para la película Lawrence de Arabia, mientras que más recientemente se ha presentado en la exitosa serie televisiva de Juego de Tronos.
En una visita al Alcázar de Sevilla, ten en cuenta que necesitas tener tiempo para poder ver tanto el interior como el exterior del edificio. Dentro encontrarás ejemplos excepcionales de estilos renacentista, barroco y del siglo XIX, mientras que en los jardines podrás explorar el laberinto de naranjos y disfrutar del aire fresco de esta área tan mágica.
Un edificio tan antiguo como el Real Alcázar de Sevilla tiene una larga y variada historia. Se trata del palacio europeo más antiguo que todavía está en uso y se construyó originalmente como una fortaleza árabe, pero a medida que pasaron los años se han realizado muchos cambios y alteraciones que han dejado al Real Alcázar de Sevilla con una mezcla distintiva de muchos estilos, reflejando su paso por la historia.
Si eres un fanático de la arquitectura y la historia estarás en tu salsa, porque podrás ver ejemplos de arquitectura renacentista, gótica, morisca y mudéjar (la mezcla de técnicas cristianas y moriscas).
Cuando llegas por primera vez al Real Alcázar de Sevilla, entras en el edificio a través de la Puerta del León. Es un edificio grande, pero esta puerta es fácil de encontrar gracias a las baldosas de alrededor con el león en ella ¡así que no puedes perderte!
Después de ingresar al Alcázar, pasarás por los distintos patios del palacio y podrás coger un mapa en este punto. Esta es una muy buena idea si no estás familiarizado con el palacio, ya que puede ayudarte a navegar por las diferentes áreas e identificar cosas que pueden ser de especial interés para ti.
Una cosa que no debes perderte cuando visites el Real Alcázar es el Patio de las Doncellas. Esta área solía ser el punto central donde se desarrollaba la vida social en Sevilla y conduce a una serie de salas diferentes que vale la pena explorar. Otra zona espectacular del edificio son los Salones de Carlos V, con sus maravillosos tapices.
Si bien es divertido echar un vistazo por el palacio, también es buena idea tomarse el tiempo para leer sobre todas las diferentes áreas a medida que pasas por ellas para comprender mucho mejor de qué se trata. Muchas de las áreas son aún más especiales cuando conoces la historia detrás de ellas.
El interior del Real Alcázar de Sevilla es sin duda inspirador, pero los jardines del palacio son igualmente impresionantes, así que asegúrate de dejar suficiente tiempo para echar un vistazo aquí.
Los jardines están separados en diferentes secciones con varias terrazas, estanques, estatuas y pequeñas escaleras, y son realmente hermosos. Trata de programar tus recorridos por los jardines para no estar durante la parte más calurosa del día y considera comenzar en el jardín por la mañana y luego buscar el fresco del palacio cuando las temperaturas suben.
El Real Alcázar de Sevilla está abierto casi todo el año, solo cierra del 1 al 6 de enero, así como el Viernes Santo y el día de Navidad. Los horarios de apertura varían de invierno a verano, por lo que es una buena idea comprobar primero a qué hora abre mientras estás en la ciudad.
El Real Alcázar de Sevilla es una de las mejores visitas para hacer en Sevilla, así que asegúrate de tener un mínimo de tres horas para poder echar un buen vistazo o pasar todo el día allí para obtener lo mejor de esta atracción histórica.
